ESPERANDO UN NUEVO AÑO

ESPERANDO UN NUEVO AÑO

Entre unos pocos días un año más ha de terminar, deja a unos de nosotros ciertas experiencias que serán difíciles de olvidar; como también deja muchas alegrías que hicieron que nuestro corazón rebozara de felicidad.

Ha pasado el ajetreo de buscar el regalo adecuado para esa persona especial; el escribir notas en esas tarjetas navideñas que enviamos a nuestros amigos que por una u otra razón no miramos desde hace tiempo; leer las tarjetas que nos enviaron esos amigos que todavía nos recuerdan; ir de compras a última hora buscando los condimentos necesarios para nuestra cena navideña. Tampoco se puede dejar de mencionar que también ha pasado ese momento en que todos los de nuestra familia y algunos amigos estuvimos reunidos una vez más para celebrar la Noche Buena; todo eso ha quedado en el pasado y solamente nos resta agregar las memorias de esa Navidad, a nuestro libro de recuerdos.

Ahora en esta semana esperamos ansiosos que sea el último día del año, celebrar la Noche Vieja y recibir a las doce de la noche un nuevo año en que en el intervalo de un minuto a otro, "UN AÑO QUEDA ATRÁS Y UN NUEVO COMIENZA". Qué felicidad sentimos en ese momento, compartiendo con los nuestros ese abrazo fraternal que para mí significa el que estuvimos unidos en el ayer, lo estamos hoy y lo estaremos en un mañana; que compartiremos el viaje de la vida, la peregrinación y la incertidumbre de en un año que en ese momento comienza y que una vez más nos hará exploradores de misterios, buscadores de soluciones, sembradores en jardines desconocidos, soñadores, creadores y poetas.

Un nuevo año que nos trae a seguir viviendo en un mundo de interrogantes, pero que nos impulsa a buscar la luz en una jungla espesa y oscura; un año nuevo y desconocido que nos trae a seguir viviendo con temores, pero que al mismo tiempo nos da la confianza de que descubriremos por nuestra propia cuenta el camino que nos lleve a respirar tranquilos de todas nuestras crisis, a creer en los milagros y a no desesperar cuando ese camino se vuelve rocoso y polvoriento.

A veces nos encontramos muy solos y el único compañero es ese horizonte que se divisa a lo lejos; nos intimida su lejanía pero a la vez su encanto y brillantes nos invita a seguir caminado: a veces cuesta abajo y otras…., cuesta arriba.

Espero que este año que está por llegar, mi gran Dios siga guiándome para seguir creyendo que todas las cosas son posibles, cuando se mantiene la fe y el valor de luchar contra la adversidad.

"BENDITO SEA EL VALOR Y BENDITA SEA LA GRATITUD QUE SE DESPIERTA EN MI ALMA".

Memorias de BriznaDpaz
Dic. 27, 2010