MI DESTINO
Mi destino es como una barca que navega en medio de la inmensidad del mar. Una barca que navega en medio de las tempestades como también en la tranquilidad de las aguas. El timón, brújula y remos son mis herramientas para conducir mi barca a un puerto seguro, para buscar una tierra firme en la que pueda plantar semillas de amor y confianza, viviendo en armonía con los otros barqueros que han llegado y seguirán llegando al mismo puerto.
Mi barca es tan pequeña y es el mar es tan inmenso que no sé si me atreveré a volver a navegar en ella; pasé muchas penalidades para llegar a este puerto y apenas puedo imaginarme de nuevo en medio de esas inmensas olas. Sin embargo, creer que encontré el paraíso y que todo será felicidad, es una ilusión que no sé si es posible realizar. Puede que dependa de mi, pero…, ¿Qué puedo esperar de los demás? Cada quien es "un capitán" de su propia barca.
Todos los seres humanos somos capitanes de la barca de nuestro destino; hay barcas pequeñas, medianas y hasta algunas muy grandes; son distintas en tamaño pero todas tienen las mismas herramientas para que el capitán conduzca su barca con o sin dificultad. No necesitamos de previo aprendizaje pues iremos aprendiendo en el transcurso de nuestra navegación. Iremos aprendiendo con el correr de los años, el tiempo será nuestro mejor maestro.
Unos dirán que no pueden perderse en la inmensidad del océano pues tienen una brújula que les indica a que dirección seguir; que equivocados están, la brújula solamente indica Sur, Norte, Este y Oeste, somos nosotros y nuestra decisión si seguimos al Sur o al Norte o si creemos que el Este u Oeste es el mejor camino. Depende de nuestro criterio y buen juicio el que escojamos el camino que mejor convenga a nuestros intereses, y a la barca que nos ha tocado conducir.
No importa qué clase de barca tengamos, no importa si escogemos bueno o mal camino; puedo decir con certeza que una barca que navega en la inmensidad del mar es igual a nuestro destino: "siempre tendrá infinidad de dificultades que vencer, unas más grandes que otras; tendrá que luchar contra el viento, en contra de mareas altas, y a veces con la furia del cielo".
Depende del capitán el salir airoso y llegar a un puerto seguro. Depende de la fortaleza de sus brazos, para poder remar y llegar a tierra firme.
Memorias de BriznaDpaz
Abril 06, 2010
