SEÑORA DE LAS SOMBRAS

SEÑORA DE LAS SOMBRAS

¿Por qué a veces nuestro caminar es entre muchas sombras? Creo que me podría llamar la Señora de las sombras pues en mi recorrido por esta vida me ha tocado vivir más entre las sombras que entre la claridad de las luces.

Si las tragedias fueran de color oscuro, creo que mi piel fuera oscura como el color negro. No estoy tratando de parecer pesimista por el contrario, porque me siento optimista es que estoy tratando de descifrar este fenómeno que siempre me ha parecido muy peculiar en mi persona. De hecho una amiga muy querida y con la que tengo mucha confianza, me hizo el comentario una vez y me dijo: "Por qué a ti te pasan cosas tan insólitas, que si no las hubiera comprobado yo misma, diría que eran exageraciones tuyas". Por bastante tiempo estuve divagando en la idea de descubrir ese misterio, me cansé y por último llegué a comprender que algunas personas nacemos con la estrella y otras estrelladas. No fue tan lógico ese razonamiento pero por ese tiempo me quedé tranquila.

Hoy volví a elucubrar en ese tema porque me sucedieron varias cosas a la vez, quizá fue coincidencia o es porque mi naturaleza atrae esta situación. Temo que una persona que no estuviera acostumbrada a estas circunstancias, posiblemente pararía en un sanatorio sujetada con una camisa de fuerza; sin embargo, a mí me ha dado la oportunidad de entender que no soy afortunada en que me pasen muchas cosas buenas, posiblemente hayan muchas personas igual que yo; por eso, cuando sucede este fenómeno, lo primero que hago es que me escapo de todos los problemas por unas cuantas horas, hago como que no está pasando nada y después regreso ya calmada a sortear los problemas y empezar a resolver cada uno de ellos por prioridad.

He aprendido que no hay que buscarse problemas como un pasatiempo, como que tampoco cuando los tenemos, se resuelven huyendo de ellos; sin embargo, a veces funciona "huir por un rato" y empezar a resolverlos cuando nos sintamos menos estresadas, y no bajo la presión de no saber ni de que se trata el problema.

Con este razonamiento me animo yo misma a decirme que no es tan malo el ser de las personas que nacimos sin estrella; ya que buscándola vamos descubriendo el modo de ganarle al tedioso camino de la vida, también aprendemos que los momentos felices de tranquilidad, se disfrutan mejor.

Memorias de BriznaDpaz

Marzo 27, 2010