Friday, January 22, 2010

TORMENTA INTERIOR


TORMENTA INTERIOR

Ha sido una semana de constante lluvia, muchos lugares han sido evacuados pero gracias al cielo, a nosotros solamente nos ha tocado ver a través de los cristales de nuestras ventanas la lluvia caer, correr cuesta abajo formando ríos en las calles, escuchar el zumbido del viento arrancando lo que puede a su paso.

¿Cómo se detienen los efectos del invierno? Por lo menos el hombre no puede interferir y mucho menos parar una lluvia o un movimiento de tierra. Estamos a merced de la naturaleza y de los designios de Dios.

Hoy es jueves, se esperaba lo peor de la tempestad y así ha sido, no hemos podido distinguir si era de mañana, mediodía o si ya era la hora en que el sol acostumbra a tener su crepúsculo. Todo fue borroso, a veces tuvimos sobresaltos por el ruido de truenos que anuncian el camino de rayos no sabiendo qué o a quién le causará un daño. Así hemos pasado este jueves y posiblemente la lluvia continúe por otros días más.

Coincidencias suceden, esta tormenta invernal coincide con una tormenta interior en la que no veo correr agua, pero si gotas de sudor frío; tambalean los sentimientos, se confunden las angustias, vuelve la lucha contra el tiempo.

¿Se puede luchar contra el tiempo que no para de marcar su paso segundo a segundo?

No podemos, pero si podemos aprovechar cada segundo del tiempo, sacar provecho hasta exprimir la última gota de los 60 segundos de cada minuto. Ponerle buena cara al mal tiempo como el que tuvimos hoy jueves; enfrentar la tormenta y esperar que si no es mañana, será pasado mañana en que el sol volverá a traernos un poco de calor, que secará ese sudor frío y si no lo puede secar, por lo menos que lo convierta en un sudor tibio que nos haga sentir que todavía tenemos vida, que corre sangre por las venas y que mientras tengamos vida, hay esperanzas.

Las tormentas interiores se repiten una y otra vez, nos oprimen el pecho de vez en cuando, pero terminan; unas arrasan con todo sin dejar piedra sobre piedra, dejando a su paso lamentos y soledad; sin embargo hay otras que hacen germinar semillas que florecerán en la siguiente primavera. Necesito creer que de vez en cuando no es malo ser abatido por alguna tormenta interior; por el contrario es cuando con firmeza se debe tomar una decisión: dejarnos morir por la apatía o sembrar una semilla que germine y florezca en la próxima primavera.

Memorias de BriznaDpaz
Enero 21, 2010

No comments: