NUESTRO VIAJE POR LA VIDA
Ya casi se termina el primer mes de este nuevo año y muchas de nosotras todavía nos encontramos haciéndonos preguntas de cuáles son nuestras prioridades, cuáles son las expectativas de un año que acaba de comenzar; como también quisiéramos analizar otras preguntas que rondan en nuestro cerebro de vez en cuando y son:
¿Cuál es la calidad de nuestro viaje por esta vida? ¿Somos o hemos sido felices?
¿Cuál es esa inconformidad que no sabemos definir?
Analizar y sobre todo responder a esas tres preguntas sería un buen proyecto para este año que si comenzó alegre, de un momento a otro se volvió sombrío y nos puso melancólicos y tristes.
La calidad del viaje por la vida no lo determina el monto de lo que poseemos si no que lo podría determinar, el modo de cómo usamos nuestras posesiones, de valorar y tomar conciencia de que es poco lo que se necesita para ser feliz. Al inventar carencias solamente agregamos un peldaño más a la infelicidad.
¿Qué si soy o no feliz? Dejaré este análisis para otra ocasión, es muy complicado tratar de desenredar la madeja de la felicidad sin tropezar con algunos obstáculos o contradicciones; la mayoría de nosotras tenemos siempre la sensación de un vacío y sed de felicidad que terminamos no apreciando las pequeñas cosas.
¿Inconformidad? ¿Acaso nos hemos propuesto adaptarnos?
Ya casi se termina el primer mes de este nuevo año y muchas de nosotras todavía nos encontramos haciéndonos preguntas de cuáles son nuestras prioridades, cuáles son las expectativas de un año que acaba de comenzar; como también quisiéramos analizar otras preguntas que rondan en nuestro cerebro de vez en cuando y son:
¿Cuál es la calidad de nuestro viaje por esta vida? ¿Somos o hemos sido felices?
¿Cuál es esa inconformidad que no sabemos definir?
Analizar y sobre todo responder a esas tres preguntas sería un buen proyecto para este año que si comenzó alegre, de un momento a otro se volvió sombrío y nos puso melancólicos y tristes.
La calidad del viaje por la vida no lo determina el monto de lo que poseemos si no que lo podría determinar, el modo de cómo usamos nuestras posesiones, de valorar y tomar conciencia de que es poco lo que se necesita para ser feliz. Al inventar carencias solamente agregamos un peldaño más a la infelicidad.
¿Qué si soy o no feliz? Dejaré este análisis para otra ocasión, es muy complicado tratar de desenredar la madeja de la felicidad sin tropezar con algunos obstáculos o contradicciones; la mayoría de nosotras tenemos siempre la sensación de un vacío y sed de felicidad que terminamos no apreciando las pequeñas cosas.
¿Inconformidad? ¿Acaso nos hemos propuesto adaptarnos?
Es alarmante saber o es posible que no deseamos saberlo, pero el caso es de que entre más tenemos, más queremos. Siempre estamos a la expectativa de competir y alcanzar algo más; el motivo es simple: la sociedad tilda de "conformista" al que no tiene aspiraciones de conquistar nuevas metas, es por eso nuestra carrera de seguir queriendo alcanzar hasta lo inalcanzable; por ende, estaremos todo el tiempo inconformes y la definición de ello será la incógnita que llevaremos con nosotros como una sombra.
Todos tenemos un viaje al cual fuimos destinados, creo que como en todos los viajes hay calidad de calidades, buenas o malas; cada uno nos vamos adaptando a las circunstancias, tomamos conciencia de lo bueno que vivimos agradeciendo con el corazón a la vida por dejarnos subir, a su vagón.
Memorias de BriznaDpaz
Enero 22, 2010
Todos tenemos un viaje al cual fuimos destinados, creo que como en todos los viajes hay calidad de calidades, buenas o malas; cada uno nos vamos adaptando a las circunstancias, tomamos conciencia de lo bueno que vivimos agradeciendo con el corazón a la vida por dejarnos subir, a su vagón.
Memorias de BriznaDpaz
Enero 22, 2010
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