RECORDANDO A MI MADRE
Han pasado muchas primaveras que no compartimos juntas, han habido, muchas lunas llenas y muchísimos atardeceres que tus ojos no pudieron contemplar. ¡Madre! Si supieras como tu recuerdo y nuestros momentos felices se acumulan en mi mente en este 22 de Abril.
No quiero pensar en un 22 de Abril como que fue el final de tu camino, por el contrario quiero pensar que fue el principio de recorrer el mío sin tu presencia; sentir el amor que te profeso, sentir el vacío que tengo por la falta que me haces en esas noches interminables en que la angustia a veces agobia mi alma. Reconocer lo indispensable que era tu presencia.
Tu árbol al frente de la casa ha crecido frondoso, tu presencia está plasmada en él, igualmente el árbol de mi padre te acompaña al lado derecho; esos árboles me recuerdan que en espíritu siempre estamos juntos.
Han pasado muchos inviernos en mi vida, sin embargo la primavera siempre regresa y con ella se intensifica tu recuerdo. Dicen que “si no hubieran inviernos, no hubieran primaveras”; mi vida ha sido así, muchas tormentas la han azotado, pero al final puedo ver el sol y con él un arco iris de muchos colores, invitándome a volver a empezar, a volver a creer que no todo está perdido.
Hoy quiero celebrar tu vida y no la terminación de ella, hoy solamente quiero pensar en los ratos en que pudimos compartir nuestra alegría; no quiero estar triste, quiero pensar y aceptar que todo tiene un por qué, tu ausencia me hizo crecer, me hizo madurar y recapacitar, que si se comenten errores, hay que tener la valentía de reconocer y enmendarlos.
Gracias Madre, bendita eres por seguir cobijándome desde el cielo bajo tu manta, no estás lejos de mi porque siempre he sentido tu presencia.
Memorias de BriznaDpaz
Abril 22, 2009
Han pasado muchas primaveras que no compartimos juntas, han habido, muchas lunas llenas y muchísimos atardeceres que tus ojos no pudieron contemplar. ¡Madre! Si supieras como tu recuerdo y nuestros momentos felices se acumulan en mi mente en este 22 de Abril.
No quiero pensar en un 22 de Abril como que fue el final de tu camino, por el contrario quiero pensar que fue el principio de recorrer el mío sin tu presencia; sentir el amor que te profeso, sentir el vacío que tengo por la falta que me haces en esas noches interminables en que la angustia a veces agobia mi alma. Reconocer lo indispensable que era tu presencia.
Tu árbol al frente de la casa ha crecido frondoso, tu presencia está plasmada en él, igualmente el árbol de mi padre te acompaña al lado derecho; esos árboles me recuerdan que en espíritu siempre estamos juntos.
Han pasado muchos inviernos en mi vida, sin embargo la primavera siempre regresa y con ella se intensifica tu recuerdo. Dicen que “si no hubieran inviernos, no hubieran primaveras”; mi vida ha sido así, muchas tormentas la han azotado, pero al final puedo ver el sol y con él un arco iris de muchos colores, invitándome a volver a empezar, a volver a creer que no todo está perdido.
Hoy quiero celebrar tu vida y no la terminación de ella, hoy solamente quiero pensar en los ratos en que pudimos compartir nuestra alegría; no quiero estar triste, quiero pensar y aceptar que todo tiene un por qué, tu ausencia me hizo crecer, me hizo madurar y recapacitar, que si se comenten errores, hay que tener la valentía de reconocer y enmendarlos.
Gracias Madre, bendita eres por seguir cobijándome desde el cielo bajo tu manta, no estás lejos de mi porque siempre he sentido tu presencia.
Memorias de BriznaDpaz
Abril 22, 2009
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