LLUVIA Y SOL
Hoy ha sido un día tranquilo, ha estado lloviendo los últimos cuatro días, pero contrario a que cuando llueve uno se pone un poco triste, estos días han sido diferentes, es posible porque hice cambios en mi rutina y lo que menos tuve fue tiempo para la melancolía o para recordar momentos desagradables.
Como dije anteriormente hoy no solamente fue un día tranquillo sino que fue también muy especial, tuve la oportunidad de ver nubes grises, algunas negras-cenizas que anunciaban que una fuerte tormenta estaba por llegar y por fin llegó, sin embargo al rato llegaron los rayos del sol, así paso el día, lloviendo por ratos y en otros había un sol brillante, parecía que la lluvia y el sol estuvieran en continua competencia quien se quedaba o quien se iba; parecía que la naturaleza no se decidía, si darnos un día lluvioso o un día luminoso. Hubo un momento en que los dos se encontraron, la lluvia y el sol, hubo una consagración de elementos, fue algo extraordinario ver por mi ventana llover, y al mismo tiempo observar los rayos luminosos del sol.
La lluvia cesó, en el cielo aparecieron nubes de diferentes colores, esperaba ver un arco iris pero la suerte no me acompañó y solo me conformé con contemplar los bellos colores de las nubes.
Las nubes me dije, se asemejan a nosotros los humanos, cambian de colores como nosotros cambiamos nuestro carácter y nuestro modo de ser; ellas provocan lluvia o nieve, al igual que nuestro carácter en cualquier momento puede provocarnos experiencias de calma o de tormenta.
Las nubes son igual que nuestros estados de ánimo, vienen y se van; las nubes como nuestro modo de ser, es cambiante en colores y es como esas nubes que vi hoy en la mañana que reflejaban en su color la furia de una tormenta, pero en la tarde, su color era apacible y calmado.
Fue una experiencia a la cual no le había dado importancia antes, pero hoy, quizá mi estado de ánimo fue contrario a los colores de las nubes y permaneció tranquilo a pesar de la lluvia.
Memorias de BriznaDpaz
Febrero 09, 2009
Hoy ha sido un día tranquilo, ha estado lloviendo los últimos cuatro días, pero contrario a que cuando llueve uno se pone un poco triste, estos días han sido diferentes, es posible porque hice cambios en mi rutina y lo que menos tuve fue tiempo para la melancolía o para recordar momentos desagradables.
Como dije anteriormente hoy no solamente fue un día tranquillo sino que fue también muy especial, tuve la oportunidad de ver nubes grises, algunas negras-cenizas que anunciaban que una fuerte tormenta estaba por llegar y por fin llegó, sin embargo al rato llegaron los rayos del sol, así paso el día, lloviendo por ratos y en otros había un sol brillante, parecía que la lluvia y el sol estuvieran en continua competencia quien se quedaba o quien se iba; parecía que la naturaleza no se decidía, si darnos un día lluvioso o un día luminoso. Hubo un momento en que los dos se encontraron, la lluvia y el sol, hubo una consagración de elementos, fue algo extraordinario ver por mi ventana llover, y al mismo tiempo observar los rayos luminosos del sol.
La lluvia cesó, en el cielo aparecieron nubes de diferentes colores, esperaba ver un arco iris pero la suerte no me acompañó y solo me conformé con contemplar los bellos colores de las nubes.
Las nubes me dije, se asemejan a nosotros los humanos, cambian de colores como nosotros cambiamos nuestro carácter y nuestro modo de ser; ellas provocan lluvia o nieve, al igual que nuestro carácter en cualquier momento puede provocarnos experiencias de calma o de tormenta.
Las nubes son igual que nuestros estados de ánimo, vienen y se van; las nubes como nuestro modo de ser, es cambiante en colores y es como esas nubes que vi hoy en la mañana que reflejaban en su color la furia de una tormenta, pero en la tarde, su color era apacible y calmado.
Fue una experiencia a la cual no le había dado importancia antes, pero hoy, quizá mi estado de ánimo fue contrario a los colores de las nubes y permaneció tranquilo a pesar de la lluvia.
Memorias de BriznaDpaz
Febrero 09, 2009
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